Adele ha decido hablar sobre su batalla con la depresión posparto que tuvo después de nacer su hijo, Angelo.
La cantante dijo a la revista Vanity Fair que, en ese momento, ella sentía que había cometido «la peor decisión» de su vida.
La joven de 28 años continúa diciendo que «ama a su hijo más que a nada», pero admite que realmente tuvo problemas para adaptarse a la maternidad.
«Estaba obsesionada con mi hijo, me sentía muy inadecuada«, dice.
Angelo ahora tiene cuatro años y es el único hijo de Adele con su pareja Simon Konecki.
El le aconsejó que hablara con otras madres sobre sus preocupaciones. Ella al principio se negó, pero la depresión comenzó a suavizarse cuando habló con una amiga que también es madre acerca de cómo se sentía, y se dió cuenta de que no estaba sola.
Decidir tomar una tarde para sí misma mejoró la situación. «Una amiga me preguntó: ‘¿Realmente no te sientes mal por ello?’ Le dije: «Si, me siento mal, pero no tan mal como me sentiría si no lo hiciera». «Hacer algo por sentirte mejor te hace mejor madre.»
La entrevista se ha publicado al final de su gira de 10 meses que ha realizado con motivo de su álbum 25. Ella admite que todavía se siente incómoda cuando pasa tiempo lejos de su hijo. «Estoy disfrutando de la gira, pero a veces me siento culpable porque es muy larga, y aunque mi hijo está conmigo todo el tiempo, en ciertas noches no puedo decirle buenas noches al ir a dormir.»
«Nunca me siento culpable cuando no estoy trabajando», añade.
«Siempre tratas de compensar cosas cuando eres una mamá. No me importa, por el amor que siento por él».
La cantante también habló de cómo su miedo escénico es tan intenso que puede ser que no vuelva a hacer una gira.